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2010-06-04

Estaba paseando tranquilamente por el parque, cuando una ardilla se encarmó a la valla y me dijo: -¡Eh, tú! Si, si, tú, ¿Quieres que te cuente un secreto? Yo despistado, le dije: -A la siguiente calle a la derecha, luego gira en la rotonda y sigue todo recto... La ardilla, extrañada, me repitió:¿Quieres que te cuente un secreto?Yo estaba alucinando y dí cuatro o cinco pasos atrás. Cuando una paloma cagó encima de mi hombro. La paloma parecía satisfecha, pero yo estaba lleno de asco. La ardilla estaba perdiendo la paciencia y me gritó:- ¿¡quieres que te cuente un secreto!?-¿si o no? -¡no,no! Soy un hombre ocupado. La ardilla suspiro: -Yo no quería dejar a la ardilla llorando. Y le dije: Vale, adelante, desahógate y cuenta tu secreto. Mi secreto...es...eh...perdón, se me ha olvidado. Yo, apunto de escaparme de esa ardilla rara que hablaba. Y le pregunté por qué tenía capacidad de hablar en nuestra idioma.La ardilla derrepente gritó: ¡eres un genio! ese es el secreto.Yo no sabía qué hacer con esa ardilla rara y olvidadiza, pero, en general, me caía bien. La ardilla sospechaba mi pensamiento. y yo lo notaba. Corrí lo mas rápido que pude hacia mi casa. La ardilla me perseguia, y yo estaba agotado.Caí contra el árbol, cuando un señor cogio la ardilla charlatana y me ofreció la mano para levantarme.Yo saludé, y pregunté: ¿la ardilla es tuya? Sí, un chico me la llevó al parque y... yo pregunté de nuevo:¿como es que sabe hablar? yo la he enseñado a hablar en nuestro idioma, por eso es tan preciada para mí.

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